Los Tratados de Quillén y Tapihue: Los Orígenes del Reino de la Araucanía y Patagonia y su Constitución
El Tratado de Quillén (1641)
El Tratado de Quillén, firmado el 6 de enero de 1641, marcó un acercamiento entre las autoridades coloniales españolas y los mapuches. Este tratado se considera un modelo exitoso de diplomacia y negociación en el siglo XVII.
Puntos importantes del Tratado de Quillén:
Fin de las hostilidades: El tratado puso fin a un largo período de guerra entre los españoles y los mapuches, trayendo la paz a la región.
Autonomía mapuche: garantizó a los mapuches un alto grado de autonomía sobre sus territorios, reconociendo su derecho a gobernar sus tierras de acuerdo con sus propias leyes y costumbres.
Respeto por las culturas: El tratado fomentó el respeto mutuo por las culturas, permitiendo a ambas partes coexistir mientras mantenían sus identidades distintas.
Modelo diplomático: Este tratado se cita a menudo como un ejemplo de diplomacia exitosa, donde el diálogo y la negociación prevalecieron sobre la confrontación militar.
Tratado de Tapihue (1825)
El Tratado de Tapihue, firmado el 7 de enero de 1825, marca un momento significativo de paz y cooperación entre las autoridades chilenas y el pueblo mapuche. Este tratado ha fortalecido las relaciones diplomáticas y ha promovido la coexistencia pacífica después de un período de conflicto.
Puntos importantes del Tratado de Tapihue:
Reconocimiento mutuo: El tratado estableció el respeto mutuo entre las dos partes, con el reconocimiento oficial de los territorios y derechos de los mapuches.
Paz y estabilidad: Al firmar este tratado, ambas partes pusieron fin a décadas de conflicto, promoviendo así la paz y la estabilidad en la región.
Comercio y comercio: El Tratado allanó el camino para el comercio y los intercambios culturales, beneficiando a ambas comunidades y fortaleciendo los lazos económicos.
El Tratado ha sentado las bases para el diálogo continuo y la cooperación futura, lo que demuestra que los acuerdos pacíficos son posibles incluso después de períodos de tensión.
Los Tratados de Tapihue y Quillén son valiosos ejemplos de la posibilidad de llegar a acuerdos pacíficos y respetuosos entre diferentes culturas. Reiteran la importancia del diálogo, el respeto mutuo y la cooperación para construir un futuro armonioso.
Estos dos tratados están en el origen mismo del Reino de la Araucanía y la Patagonia y su Constitución según lo escrito por Orélie-Antoine I y el Parlamento mapuche



